Parcialidad en la prensa argentina

. lunes, 21 de julio de 2008

Por Martín R. Santos. El Observatorio de Medios de Argentina presentó hace un par de semanas la observación y análisis de la cobertura realizada por los diarios Clarín, La Nación, Página 12 y Crítica de la Argentina sobre la crisis registrada entre las entidades patronales del agro y el Estado Nacional, durante el período que abarca del 1 al 15 de junio de 2008.
Salvo alguinas excepciones, la conclusión final fue que "la sociedad argentina careció de información amplia, plural y de voces suficientes; y alerta sobre la unilateralidad y la utilización de recursos de manipulación, descontextualización y tergiversación que evidenciaron las coberturas de los diarios Clarín y La Nación , en muchos casos lesivas de la institucionalidad del país".
En otras palabras, el trabajo, que fue llevado a cabo siguiendo un marco teórico y metodológico propuesto por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, dice que los medios de comunicación no cumplieron con su rol social.
Evidencia, en dicho sentido "una marcada tendencia a privilegiar como fuentes, sujetos y actores de la información analizada a las cuatro entidades patronales del agro y, consecuentemente, a relativizar no sólo al Estado Nacional sino a otras fuentes, sujetos y actores, como partidos políticos, organizaciones sindicales, movimientos sociales, asociaciones de consumidores, universidades, etcétera".

Dicha parcialidad está directamente relacionada a la misión corporativa de cada medio, que se determina por cuestiones ideológicas o, cuanto menos, políticas. Los medios hacen alianzas y ponen en tapa los temas y referentes que consideran oportunos de acuerdo a sus propios intereses. Eso no es novedad.
Pero creo que además de esa misión empresarial, hay una necesaria función social que los medios no deberían hacer a un lado. Porque si eso sucede, como se anuncia en el presente estudio, cualquier otro tipo de acción responsable que se lleve a cabo en nombre de tales medios perderá su rumbo.
Tener una fundación que se insmiscuya en el mundo de la RSE en representación del diario tal genera un gran valor; claro. Pero no podrá éste capitalizarse efectivamente si tal diario no respeta el mayor interés que puede tener la comunidad con la cual interactúa, que es el de ser informada.
Pensando en términos de sostenibilidad, incorporar realmente el compromiso de informar a los objetivos de ganar dinero es mucho más desafío y genera mucho más valor que organizar un taller de RSE para unas pocas empresas aunque el mismo tenga páginas y páginas destinadas a su difusión.
Es más: siempre es bienvenido cualquier aporte de cualquier empresa que decida tomar acciones responsables. Pero hay prioridades que deben ser asumidas como tales. Y en este caso, informar es mucho más que una decisión responsable del diario que va más allá de lo que se le puede exigir. Por eso se habla del "deber de informar" y del "derecho a ser informado" para identificar el rol que cada una de las partes debe o puede asumir. Informar es algo que la gente exige y quiere. Y es algo que la democracia necesita. Si los medios no informan, entonces van a estar en deuda con la comunidad. Y si están en deuda con la comunidad, deberían primero tratar de resolver estos asuntos básicos para luego poder hablar de sus acciones de RSE. Se trata simplemente de caminar seguro antes de empezar a correr.


Pueden leer el Informe completo del Observatorio de Medios haciendo clic aquí.