Por Fernanda Figueroa. Las empresas extranjeras tienen derechos sobre los habitantes de las provincias pobres de la Argentina: derecho a llevarse la montaña dejándoles migajas a cambio; derecho a utilizar el agua de sus ríos y dejar las cuencas vacías; derecho a talar, deforestar e impactar negativamente sobre animales y plantas autóctonas; derecho a contaminar, a desoír los reclamos de la gente; a ‘coimear’ a funcionariado y medios de comunicación con publicidad e irrisorias inversiones.
Mucho peor es comprobar que el poder político y las instituciones que deberían velar por la gente de su propia tierra son los que concedieron estos derechos y ante la contaminación y los reclamos miran para otro lado, negocian en contra de los intereses de su electorado y no toman medidas para frenar la degradación ambiental.
El territorio de la provincia de Catamarca, al norte de la República Argentina, es predominantemente árido y seco, con escasez de lluvias y un progresivo incremento de la desertización como consecuencia de la sobre-explotación de sus recursos. Sin embargo, desde hace años, diferentes empresas continúan arreciando sobre el territorio provincial con el consentimiento explícito de la clase política e instituciones.
A pesar de los acalorados reclamos del propio pueblo afectado y de grupos ecologistas, la acción incontinente sobre los recursos hídricos y forestales se continúa produciendo y ha desencadenado en serios peligros para el medio ambiente de la zona y otras aledañas.
Sequía
El uso irracional del agua del río Vis Vis y otras cuencas, que se utiliza para transportar a través de un mineraloducto los metales extraídos por la empresa Minera Bajo de la Alumbrera, de capitales canadienses, está produciendo un agotamiento de las cuencas hídricas. Este uso irracional y sin control conllevará en el corto plazo a acuciantes problemas de abastecimiento a la población de la zona, ya que estos ríos son los responsables del riego y de la ingesta de líquido.
Se calcula que la Minera Bajo de la Alumbrera consume diariamente alrededor de 100 millones de litros de agua que toma de reservorios acuíferos de la provincia, los cuales disminuyen considerablemente su caudal y se prevé que la cuenca quede exangüe en pocos años.
Este verano la sequía en el oeste de la provincia ha sido notoria, como si el daño ecológico irreversible que se avecina hubiera dado algunos indicios. Las productoras vitivinícolas han perdido este año el 60 por ciento de su cosecha por deshidratación de los frutos por falta de agua y de infraestructura apropiada para los regantes.
Contaminación
Si bien la empresa minera niega su responsabilidad por los estragos que está causando la sobreexplotación, recientemente un diario nacional ha publicado un informe que revela datos extraídos por la Comisión de Energía Atómica y que indica que el embalse Río Hondo y la cuenca del río Salí-Dulce están contaminados por efluentes que volcaría la minera. El Embalse de Río Hondo es un importante reservorio de agua que abastece a numerosas ciudades de la vecina provincia de Santiago del Estero. Incluso se piensa que el drenaje de esos ácidos vertidos estaría perjudicando los reservorios de agua de las poblaciones aledañas a la minera con el riesgo que eso representa para la población.
Deforestación
Otro factor de riesgo lo constituye la deforestación de especies autóctonas que está generando una pérdida de la riqueza mineral del suelo y el avance a pasos agigantados de la desertización. Para completar el panorama, la misma empresa ha propiciado un proyecto que ya implicó la deforestación de entre 4 mil y 5 mil árboles. Pero el vecindario del departamento Andalgalá presentó un recurso de amparo donde denuncia que la empresa mencionada impulsa este plan y que la Municipalidad lo puso en marcha en forma inconsulta, sin la evaluación técnica y política de ningún organismo público. La justicia ha dado lugar al recurso de amparo ordenando la suspensión del plan y comprometiendo al municipio a proteger las especies contiguas a la zona afectada.
Incontinencia
Como resultado, la gente ha presentado denuncias y se ha manifestado en numerosas oportunidades pidiendo que se disminuya el impacto ambiental y que exista un verdadero control por parte del Estado.
Pero las instituciones parecen estar más propensas a velar por los intereses de la empresa que del ‘electorado’. Entre las "ayudas" más importantes para las mineras los más sustanciosos son los impuestos bajísimos que pagarán por 30 años. El 100 por ciento de los gastos de exploración y los atribuibles a la inversión podrán deducirse de los pagos del impuesto a las Ganancias; devolución del IVA sobre importaciones de bienes y servicios destinados a la inversión, las que también quedan exentas de cualquier derecho. Mientas tanto, las regalías provinciales, es decir, lo que le queda al gobierno provincial por la explotación de la minería de la provincia (por capitales privados), solo será equivalente al 3 por ciento del “costo del mineral en boca de mina”, o sea en bruto. O sea migajas.
La minería prometió riqueza y trajo desolación, sequía y desierto a todo un pueblo
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BricoShop
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lunes, 2 de abril de 2007
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