Análisis de la nueva Ley de Balance Social en Buenos Aires

. jueves, 21 de febrero de 2008
0 comentarios

Por Martín R. Santos. La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley 2.594 que fija el marco jurídico del Balance de Responsabilidad Social y Ambiental (BSRA), con el objeto de promover el comportamiento social y ambientalmente responsable y sustentable por parte de las organizaciones comprendidas.
La primera particularidad que presenta la letra de dicha norma está dada porque se presenta a sí misma como "voluntaria" y propone que, por excepción, será obligatoria para las empresas que tengan más de 300 personas empleadas y a su vez tengan un ingreso anual superior al fijado por la Resolución SEPyME Nº 147/06.
Según esta última resolución, serán obligadas las compañías que superen, de acuerdo al sector económico en el que se encuentre su actividad, los montos que se detallan a continuación (en pesos / valor de referencia: 1€ = $3,8):

* para el sector agropecuario, $18.240.000.
* para la industria y la minería, $60.000.000.
* para el comercio, $88.800.000.
* para los servicios, $22.440.000.
* para la construcción, $24.000.000.


Aplicación
Vemos así, un doble ámbito de aplicación:
1) En cuanto a las empresas que se sometan voluntariamente a estos postulados, "podrán obtener beneficios promocionales, establecidos por vía reglamentaria, relacionados con acceso a créditos y programas especiales, incentivos para la innovación tecnológica y otros que establezca la autoridad de aplicación", según indica el artículo número 3.
2) Respecto a las que deban reportar obligatoriamente, deberán hacerlo de forma anual ante el Gobierno de la Ciudad, quien luego dispondrá su publicación para que el balance sea de libre acceso al público en general..

Contenido
Muchas cuestiones como el contenido mínimo que deberá incluir cada reporte aún no se han estipulado y dependerán de la reglamentación de la norma citada. Sin embargo, se adelanta en el artículo 7 que deberán utilizarse como base los indicadores señalados (Ethos, GRI, AA1000), de modo tal que permitan la objetiva valoración y evaluación de las condiciones de equidad y sustentabilidad social, ambiental, económica y financiera que asumen las empresas en su comportamiento.
Los términos enunciados para el Balance Social no excluyen la ampliación, por las organizaciones comprendidas, de la información de los ítems expuestos. Pero entre los requisitos, a modo de principios generales a ser tenidos en cuenta, se citan las condiciones de equidad y los aspectos sociales y ambientales. De ello, se asumen que:

• La equidad está referida a impulsar todos los cambios culturales necesarios eliminar las diferencias y privilegios de género, e igualar las condiciones entre mujeres y hombres.

• El aspecto social se refiere a las relaciones de las organizaciones con su personal, la comunidad, su clientela, proveeduría y la sociedad civil (ONG´s).

• El aspecto ambiental abarca las interacciones con el entorno, promoviendo no sólo las acciones que impliquen sujeción a una regulación determinada, sino también agreguen el sentido mismo que estas normas proponen más allá de la onligación que imponene (como la mayor reducción de la contaminación posible y el uso sustentable de los recursos naturales).

Autoridad

Además de estipular que la redacción del balance deberá estar hecha por "profesionales idóneos" (aunque no se califica dicha categoría), se enuncia que la organización de una autoridad que tendrá a su cargo el manejo de un registro único disponible en Internet y de acceso público. Una vez que dicha autoridad verifique que se cumplen todas las condiciones, se publicará el BRSA. En dicho registro, además, estará la lista de todas las empresas obligadas, por lo que aquellas obligadas que no tengan su balance publicado quedarán en evidencia y su reputación pagará, sin dudas, el costo. Por otro lado, dicha infracción las obligará a responder al "proceso de impugnación" que, de acuerdo a la reglamentación, podrá impulsar la autoridad para el caso de obstrucción, falsedad u ocultamiento de datos.
Siendo la autoridad el Ministerio de Producción, la misma participará de un comité de interacción con las carteras de Ambiente y Espacio Público, Hacienda, Desarrollo Social y Planeamiento y Obras Públicas.

Modelos

A fin de guiar la implementación de estas propuestas, se toman como referencia los indicadores de Ethos (Brasil), así como los de la norma AA1000 del instituto Accountability y la Global Reporting Initiative (GRI en su versión G3).

Haga clic aquí para acceder al texto completo de la ley.
Siga leyendo >>>

Tener ‘líder’ en RSC, la tendencia de los bancos en Argentina

. miércoles, 6 de febrero de 2008
5 comentarios

Por Martín R. Santos. La banca tiene dos caras. Por un lado, la que ven quienes creen en una revolución encabezada por las microfinanzas, tal como dijo el Secretario General de la Fundación BBVA, José Moreno, en uno de los seminarios de ÈTNOR (España), amparado en el dato de que “ya existen a nivel mundial más de 3000 entidades que se dedican al microcrédito y dan servicio a 120 millones de personas”.
Por otro, la que ven quienes piensan como Juanjo Martí, que en ocasión del fraude megamultimillonario que sufrió Societe Generale se preguntó ¿qué clase de profesionales –y con qué grado de ambiciones irreales, agrego yo- se están formando en el sector como para llegar a estas situaciones?
Entre esas dos caras, la de la revolución o la de la ambición desinteresada, la del bien o el mal, existe un aspecto que es cierto y comprobable, por cuanto algunos bancos se esmeran en mostrar un cambio.

Quizás no sea momento de hacer un análisis en Argentina como el que hizo Cristina Almirall acerca de los productos éticos ofrecidos por las compañías en España (en gran medida potenciados por el incremento de los fondos de inversión). Pero sí se puede descubrir una estrategia enfocada en la identificación de las acciones de RSE con una persona líder, responsable de llevar adelante las acciones así como de representar a la institución públicamente.
Aquí en Buenos Aires, donde el sistema financiero nacional tiene su epicentro, es muy poco probable que el usuariado conozca si los fondos depositados en los bancos están siendo utilizados para financiar la venta de armas o el tráfico de drogas de diseño. Esa cultura no ha llegado y tiene que ver, sin dudas, con el consumo responsable.
Pero si bien el contagio que asumimos es lento, se siguen los pasos de cerca, pues la mayoría de los bancos que funcionan a nivel local son de capitales extranjeros y en definitiva terminarán adoptando el mismo rumbo. Como dijimos, no necesariamente lo harán con los mismos medios. Una de las razones para ello puede ser que la imagen de la banca está tan golpeada luego de la reacción adoptada por el sector ante la crisis de 2001, que la estrategia ética no pueda simplemente importarse. Además, luego de esa nefasta etapa, no están dadas las condiciones de confianza mutua que se necesitan para que los bancos vuelvan a confiar en la gente y para que la gente vuelva a confiar en los bancos.
La reputación es, respecto a esa necesidad simbiótica, un factor clave. Mucha gente lo sabe y la estrategia está por ahora más enfocada en las personas que encabezan las acciones, sus líderes, que en productos asumidos dentro del discurso de institucional. El liderazgo y los proyectos, prevalecen, por ahora, sobre el producto mostrado.
La tendencia se marca, por ejemplo, en casos como los de Constanza Gorleri, al frente del área de RSC de Banco Galicia; Gonzalo Verdomar Weiss y Guillermo Bonahora, al mando de las relaciones institucionales de BBVA Banco Francés y Santander Río, respectivamente; e incluso de Enrique Morad, desde la Comisión Directiva de Fundación Bank Boston (ahora Standard Bank). Sus presencias en premios, congresos, jornadas y seminarios son realmente un medio para plasmar un trabajo en la materia que bien lo vale.
En 2006, como miembro del Foro Ecuménico, Weiss tuvo a su cargo la presentación de un trabajo encomendado en el que se destaca “que la confianza es fundante en la construcción del pacto social que permite desarrollar una sociedad”. Este tipo de trabajos académicos tienen mucha incidencia y a mi parecer marcan un rumbo. Son un reflejo, además, de una proyección a largo plazo y alejado de las acciones de marketing que suelen emparentarse a cuanta acción venga de los bancos (el descreimiento hacia el sector es uno de los más pronunciados).
Ese tipo de respaldos, como el que dan a Revista Sinergia, Banco Nación y Banco Galicia, insisto en destacarlos. Porque son los que acompañan el resto de las acciones de responsabilidad social (Banco Nación tiene, así como la mayoría de los bancos de países desarrollados, un producto crediticio de asistencia social). Son los que a la larga, y en la medida que se condiga su discurso con su compromiso real, podrán contar con la confianza de la gente.
Siga leyendo >>>